Nati Dubicki
2 min readNov 9, 2020

A veces siento que quiero mandarle cartas a todas las personas que pasaron por mi vida.
A las que me lastimaron, a las que lastimé, a las que ya no están, a las que el tiempo llevó por caminos distintos, a la gente que no conozco pero me inspiró, a la que me rodea todos los días.

Quiero vaciarme y decirlo todo.
Porque las huellas son imborrables.
Porque algo quedó dentro de mí.
Y porque creo que me gustaría que lo hicieran conmigo.

Te quise mucho pero ahora no. Te perdono. Esto me dolió pero te entiendo. Te extraño. Nunca te lo dije pero. Gracias a vos yo hice esto. Este fue el efecto que tuvo en mí lo que hiciste en ese momento. Agradezco haberte cruzado. No te entendí y me gustaría haberlo hecho. Quiero hacerte esta pregunta. Te quiero mucho.

Como si fuera el final de los tiempos.
Como si después no quedara nada.
Y comerme el orgullo, la vergüenza y el miedo.
Y que sepan todo.
Y volverme liviana.
Como si el fin del mundo hubiera pasado y yo pudiera empezar de nuevo.

Capaz porque le tengo miedo a la muerte y a quedarme con cosas sin decir,
es que quiero decir todo siempre, y hasta a veces digo de más.
Como si me quemaran por dentro.
Como si no pudiera guardar ni un secreto sobre mí misma.

Capaz le tengo miedo porque en el fondo de mi ego no puedo imaginar un plano en donde yo no exista, de ninguna manera.
Por los siglos de los siglos, amén.
Ni siquiera la conciencia de no existir.

¿No es acaso por eso que las personas nos aferramos tanto a creer cosas que nos trascienden?
Cuando se esfumó la protección de mi infancia católica, vino el arte.
Aunque en realidad siempre estuvo ahí.

Capaz porque le tengo miedo a la muerte no puedo parar de crear cosas.
Así siento que voy dejando partecitas de mí en las palabras que escribo, en las canciones que compongo, en las acuarelas que pinto, en los movimientos que invento, en las imágenes que inmortalizo, en personajes que interpreto

Si yo no soy eterna, quiero que ellas lo sean.

Que me sobrevivan, desparramadas por ahí. En algún cuaderno, guardadas en un cajón, en la memoria de alguien que me quiso mucho, o hasta en internet.

Quizás porque le tengo miedo a la muerte es que tengo la necesidad de hacer que las cosas nazcan.

Anexo:
Natalia
toma su raíz de Natal, con la etimología en «natalis dies», cuyo significado es “día del nacimiento”

Noviembre 2020.