A los que fueron I

Nati Dubicki
1 min readApr 7, 2021

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Hace tanto tiempo que no te dedico ningún párrafo, que hacerlo se siente un poco antinatural, raro, extraño. Hay veces que me pregunto cómo me leerías si algún día decido escribirte. Si me guardas rencor por haberte hecho mal. Si aún pensás que soy demasiado transgresora, hereje, impura para vos; o si aprendiste a ver que sólo éramos diferentes.

Si miro para atrás empiezo a reconocer patrones de lo que soy ahora. Lo primero que me doy cuenta es que lo nuestro estaba cantado aún en las primeras etapas de nuestro amor adolescente. Vos buscabas un lugar donde enterrar los pies y yo quería vivir saltando entre las copas de los árboles.

Ojalá hubiéramos sabido todo lo que sabemos ahora: no era lo mejor para nosotros. Aunque me perforó tu negativa, elegiste bien. Elegiste aquello que necesitabas y eso que yo no iba a darte porque simplemente no quería.

Lo intentamos un montón y nos rompimos muchas veces, muchas más de las necesarias. Yo a vos y vos a mí. Nuestra despedida fue una secuencia desgarradora de cortes sobre la misma herida que duró años y dejó una cicatriz que de alguna manera me hizo sentir mejor.

Pensé que iba a llevar para siempre la imagen de tu cara como una carga, pero se volvió una simple estampita, la primera de una colección que aprecio y en la que tenés un lugar privilegiado. Hace tiempo que no se me estruja el corazón cuando la miro, porque ya no hay nada en ella que todavía quiera para mí.

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